NOMADLAND

NOMADLAND
América del Norte
Estados UnidosEstados Unidos
Cine

 

Por Luis García Orso*

En medio de un paisaje helado y gris, Fern es una mujer de unos 60 años de edad, sin familia, sin casa, sin lugar. Su esposo trabajaba en una compañía minera en un pueblito de Nevada; al morir él, ella decidió quedarse ahí. Con la crisis económica de 2008, la compañía cerró, la gente se fue y el pueblo desapareció. Pero Fern, no se rinde; ahora vive y se mueve en una furgoneta, y va tomando trabajos temporales. El último fue en un gran almacén de embalaje de Amazon.

Una amiga le recomienda a Fern que conozca una agrupación de jubilados que viajan en caravanas y viven sólo con lo necesario y como empleados eventuales. Una comunidad de caminantes, de peregrinos, que realizan un encuentro periódico en el desierto de Arizona. Fern va allá a conocerlos. Entonces la película se enlaza con el documental, pues esa comunidad de hecho existe; su líder, Bob Wells, y personas reales se vuelven también protagonistas en la película, especialmente Linda y Swankie. Así la historia y el viaje de Fern siguen, y nosotros con ella, y la ficción se va tejiendo junto con la realidad. Nomadland: una tierra de nómadas, de descartados del sistema, de sobrevivientes, de gente que sigue a pesar de todo, porque cree en la vida aunque el imperio norteamericano ya no crea en ellos.

Una historia en el camino, en la furgoneta, de gente que ha perdido casi todo, pero sigue adelante; porque es más importante lo que la vida va trayendo que llegar a la meta, y son más valiosos los encuentros con cada persona que las cosas; y no hay un lugar fijo, sino aquel que existe en el corazón. El viaje de Fern no se entiende sin ese paisaje abierto y solitario que la abraza con el frío, las estrellas, el fuego, el desierto, las montañas, la nieve. Y los recuerdos que atesora: las fotos antiguas, la imagen indeleble de su esposo, el anillo de matrimonio, los platos que le dio su padre, la canción con Nat King Cole, el poema que recita al chico solo, el horizonte sin límites detrás de su antigua casa. “Hogar no es sólo una palabra o un lugar, sino aquello que llevas dentro de ti”. Más allá del desarraigo físico, la dignidad y la esperanza animan la vida.

La actriz Frances McDormand se presentó con el libro Nomadland de Jessica Bruder -en español titulado País nómada. Supervivientes del siglo XXI-, para proponérselo a una directora casi desconocida. La joven cineasta de origen chino, Chloé Zhao, estudió en Reino Unido y en Nueva York. Ha filmado Songs My Brother Taught Me (2015) y The Rider (2017), con actores y actrices no profesionales, eligiendo como protagonistas a indígenas norteamericanos; pero estas dos obras no han tenido distribución en México. Con Nomadland logra una película íntima y contemplativa, en la misma Badlands de Terrence Malick. Para ambos cineastas, el ser humano es una diminuta creación inmensamente digna, en medio de un universo sin medida que la arropa y de seres humanos que llegan como un regalo. La película sostiene su belleza con la gran presencia de Frances McDorman, la fotografía precisa de Joshua James Richard y la música al piano del italiano Ludovico Einaudi. El filme ha sido premiado en todos los festivales donde ha estado.

En un hecho extraordinario, en los 93 años del Oscar, el premio para mejor directora del mejor filme es para una joven mujer asiática. Al recibir la presea, Chloé lo dedicó “A quienes tienen la fe y la valentía de mantener la bondad en sí mismos y la bondad de los demás, sin importar lo difícil que sea".

Nomadland se atreve a hacer a un lado los valores predominantes en la sociedad actual, consumista, indiferente, ansiosa, y toma por protagonistas a personas que el sistema desechó. Entonces, ellas eligen una vida simple, ver por los demás, formar una comunidad de intercambios, no correr en pos de alguna meta o un lugar, detenerse y contemplar, volver al corazón, buscar lo esencial de la vida. Todos somos caminantes. No hay un adiós definitivo, sino un “Te veré en el camino”, nos hemos de encontrar algún día. La vida sigue, también en este año de pandemia y de pérdidas. Estamos vivos porque alguien nos recuerda y a alguien recordamos. También a los que ya dejaron este mundo.

* Luis García Orso, S.J. Crítico cinematográfico y asesor eclesiástico de SIGNIS; fue Vicepresidente de OCLACC (actualmente SIGNIS ALC)

México, abril 26 de 2021